lunes, 3 de marzo de 2008

LA POSIBILIDAD DE UNA ISLA




En Lost -la mejor serie de los últimos tiempos- John Locke, un lisiado humillado por su familia (su mamá lo abandonó y su papá le robó un riñón y lo tiró por la ventana, así que no te quejes), vuelve a caminar por algún milagroso efecto de la isla donde se estrelló su avión.
Entre el fuego y los escombros, él sonríe. Cuando el resto de los sobrevivientes hablan de ser rescatados, el no quiere (y es capaz de dinamitar la única salida posible). Es que, en la isla, John ya no es un pobre tipo, sino un gran buscador. Un cazador que, de pronto, se admira a sí mismo. John tiene miedo de que si sale de ese espacio donde se reinventa, aquella invalidez de antaño lo vuelva a invadir. Sólo unos pocos conocen su pasado enclenque.

Locke, además de ciertos secretos sobre la isla misteriosa, sabe otra cosa. Sabe que hay que ser MÁS que un sobreviviente.

Clarisa Pínkola Estes en la Biblia dice, justamente que, para crecer, hay que superar ese arquetipo:

El hecho de que alguien pueda decir que es un superviviente ya es una hazaña. Para muchas personas, el poder reside en su mismo nombre. Sin embargo, en el proceso de individuación llega un momento en que la amenaza o el trauma ya pertenecen significativamente al pasado. Es el momento de pasar de la fase de la supervivencia a la curación y el crecimiento.”

“Si nos quedamos en la fase de la supervivencia sin pasar a la del crecimiento, nos limitamos y reducimos a la mitad nuestra energía y nuestro poder en el mundo. El orgullo que experimentan algunas personas por el hecho de ser supervivientes puede constituir un obstáculo para un ulterior desarrollo creativo.”

“No es bueno basar la identidad del alma en las victorias de los malos momentos.”

“Hay que arrancar a la persona del arquetipo de la supervivencia. De lo contrario, no se podría crecer nada más. Me gusta comparar esta situación con la de una plantita que consigue –sin agua, sol, ni abono-sacar una valerosa y tenaz hojita a pesar de todo. Sin embargo, ahora que los malos tiempos han quedado atrás, el crecimiento significa exponernos a situaciones propicias para el nacimiento y el desarrollo de vigorosas y abundantes flores y hojas.”


A veces la heroína se confunde y se queda atascada, con la pata en la trampa del mismo arquetipo de siempre. Como sabe que alguna vez sobrevivió, está preparada para volver a hacerlo. Sabe sobreponerse a malas relaciones pero no deslizarse en las buenas. Sabe hacer malabarismos con el dinero pero no cómo crear abundancia.
Sabe que lo va a sobrellevar, pero le cuesta andar a bordo ligera de equipaje.
A veces vuelve a esos sitios criptonita-vampiro porque sabe sólo ese guión.
El próximo paso del manual es darse la posibilidad de la isla que deja atrás el papel único. Aprender el follaje. Muchas hojas, todas del viento.

1 comentario:

Daniel Castelo dijo...

muy bonito su blog, textualidades que invitan, mùsicas ìdem y fotos ad hoc.
beso desde la blogósfera webera posmo imperturbable.

...y lebón sigue afinando mientras charly nos sigue sacudiendo la modorra.