miércoles, 11 de junio de 2008

¿ES COOL O ES CURSI SER PRINCESA?

“Cuando yo uso una palabra –dijo Humpy Dumpty en un tono más bien ofendido- esa palabra significa exactamente lo que yo decido que signifique, ni más ni menos.
-La cuestión es –dijo Alicia-si puede usted hacer que las palabras signifiquen cosas tan distintas.
-La cuestión es –dijo Humpty Dumpty-quién ha de ser el amo, eso es todo.”


Ayer en un blog interesante leí “odiamos la palabra princesa” . Alguien había dicho princesa a su hija y la bloggera se defendió, como si hubiera sido un insulto. Veamos.
Antes de firmar la primera vez con ese título nobiliario, vi que había demasiadas en la blogósfera.. Tanto en ese momento como ayer, estuve tentada de quitarlo y dejar sólo el Letra. Más sofisticado, menos cursi.
Pero, sí lo hiciera, le estaría dando otra vez la razón a Sabina (y ya le di muchas veces la razón a Sabina) en que soy una cursi de closet.
Es que… la Diosa te guarde de la cursilería en el mundo bloggeril-literario-artístico-emergente-detergente de hoy.
Sabemos que, para evitar el bochornoso adjetivo, tenés que criticar Sex and the City y decir que estás absorta en el último de Murakami, y si podés hacerte demientras un posgradito en la Sorbona mejor, o, de última, en la Ibero, pero con libro cínico bajo el brazo y mirando al horizonte. (Ya nadie liga leyendo Marcela Serrano, el mundo se está acabando!) Si lo tuyo es la plástica, en cambio, puedes optar por exponer cucarachas aplastadas en frasquitos para mostrar la podredumbre de la sociedad.
Es la modernidad líquida y circunspecta. El deseo de coronitas de brillantes está fuera de lugar por más metafórico que sea.
Princesa Letra debe su nombre al personaje de un cuento infantil inédito. Capaz que la persona que tomó a mal el principado el único referente que tiene de las princesas es Walt Disney (y creció con la idea de que La Sirenita se llama Ariel ¿?). O tal vez sabe nomás de Di y Letizia por algún Hola de la estética. Tal vez lo que la irrita sea la pasividad histórica de estas muchachas en los cuentos de hadas, a la cual, of course, no adhiero.

Pero Princesa, significa, literalmente, la que ocupa el primer puesto. Y yo quiero. Eso. Aunque suene cursi, es parte de esta serie de conjuros para reescribir el mundo y que las palabras signifiquen lo que yo quiero que signifiquen. Así que salgo definitivamente del ropero, señoras y señores. Y no estoy sola en el mundo. En su blog hace un tiempo el valiente y admirado Xavier Velasco escribía:

"no podría por menos de reivindicar mi sagrado derecho a ejercer cuanta cursilería me resulte precisa, toda vez que el estricto e imperturbable cool no conduce sino a la frigidez y al tedio."
"...no es la convicción, sino la cobardía lo que motiva al cool a conservarse cool por sobre tentaciones, simpatías y presuntos anhelos. Una actitud a la postre ominosa para quien se ha propuesto incursionar en las artes, que de entrada condenan a la esterilidad a todo aquél que intenta someter a la obra para salvarle el pellejo a su nombre (...) Por lo demás, se sabe que quien mucho cuida la retaguardia nunca alcanza a rozar la vanguardia.
"
(El resto de su neta del planeta aquí)

Así que de ahora en adelante, capaz que te soy cursi, capaz que te escribo el Cuentos para leer sin rimmel de mi generación, y si me va bien y hago la plata de Corín Tellado mejor, porque todavía me tengo que comprar un viñedo y un avión.

2 comentarios:

Maggie Aquino dijo...

GENIAL el artículo.
muy pero muy bueno...
Yo tampoco quiero ser una princesa pasiva!


Saludos

Hanni dijo...

Que buen artículo!

Yo considero que el ser "princesas" puede tener una conotación de pasividad para algunas ya que ciertas referencias a la palabra así lo señalan, sin embargo prefiero votar por el término "princesas rebeldes" la realeza y el garbo del título pero muy a nuestro modo y estilo.
Un saludo! excelente blog!