Es probable que la heroína –como muchos de su clase- deba mantener una doble identidad.
Por un lado será quien Es y por el otro, esa que “el afuera” le pide. El afuera con sus roles en caja y planillas Excel.
Deberá rasguñar la tolerancia a su pesar, mordiéndose las manos cuando se cruce con los fumigadores de poesía. Esos que le ponen Olvídate de mí a Eterno Resplandor de una mente sin recuerdos.
Se le hace de difícil, a la heroína.
Algunos de los fumigadores adivinarán una sombra -o despectiva o suplicante- en ella.
En el primer caso se tornarán automáticamente en enemigos.
En el segundo sonreirán, pero sostendrán el poder un poquito más fuerte, y fingirán.
La heroína deberá ser más inteligente que ellos e incluso que ella misma.
Pero no sabe como ser más inteligente que ella misma.
Entonces, ella va a averiguar.
martes, 28 de octubre de 2008
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